PELÍCULA RECOMENDADA
Hachikō Fue un perro de
raza Akita recordado por su lealtad a su amo Ueno un profesor del departamento de agricultura de la Universidad de Tokio, incluso varios años
después de la muerte de éste.
En 1924, Ueno,
adoptó a Hachikō como su mascota. Desde entonces, cada día Hachikō lo esperaba
en la puerta delantera de la estación para saludar a su amo al
final de cada día. Esta rutina continuó sin interrupciones hasta el mes de mayo
de 1925, cuando el profesor Ueno ya no regresó, como de costumbre, en tren,
pues previamente había sufrido una hemorragia cerebral mientras impartía clases en
la Universidad y murió. Debido a
esto, jamás regresó a la estación de tren, donde su leal mascota lo esperaba. Hachikō demostró lealtad a su dueño; y cada
día, por los siguientes diez años de su vida, esperó en el acostumbrado sitio
donde se sentaba, justo enfrente de la estación.
El perro se
despedía todos los días desde la puerta principal cuando Ueno iba al trabajo, y
le saludaba al final del día en la cercana estación de Shibuya. Esta rutina, que pasó a
formar parte de la vida de ambos, no fue desapercibida ni por las personas que
transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores,
y todos ellos llegaron a apreciar de forma muy singular el vínculo que llegó a
entablarse entre el perro y su dueño.
El 21 de mayo
de 1925, el profesor Ueno no regresó; había sufrido un infarto que le provocó
la muerte, pero Hachi se quedó allí, en su sitio, esperándole. Pasaron los
días, que se convirtieron en meses, y los meses en años, y Hachi seguía
acudiendo fiel y puntualmente a esperar a su amo, sin importarle si hacía frío
o calor; tan sólo esperaba volver a verle.
La devoción que
Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que lo rodeaban, quienes
lo apodaron el perro fiel. En Abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación de Shibuya,
y el propio Hachikō estuvo presente el día que se presentó la estatua.
El 8 de marzo
de 1935, Hachiko murió su cuerpo fue encontrado frente a la estación de
Shibuya, tras esperar infructuosamente a su amo durante nueve años. Sus restos
fueron depositados en una caseta de piedra que se construyó al pie de la tumba
del profesor Ueno.
El mensaje mas importante es el amor que puede exisir entre dos seres como
las personas o el amor que se puede sentir por los animales. El amor es incondicional a travez del tiempo
y lo que importa es seguir adelante siéndole fiel a ese amor y superando
cualquier obtaculo que se presente, hacerlo por la memoria del ser querido y
por que asi no lo volvamos a ver siempre vivirá nuestro corazón.
Tomado de la película: Siempre a tu Lado
Adaptado por Sandra Ximena Solarte Ch.
Psicologa Asesor Familiar de Duelo
Jardines del Recuerdo – Parque Cementerio Cali
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