miércoles, 26 de octubre de 2011

EL PODER DEL ADIOS



Despedirse  nunca es fácil, menos cuando se trata de un ser querido o de una persona muy importante nuestra vida.  Los rituales terapéuticos de despedida son un modo estratégico a corto o largo plazo de la terapia de duelo, dependiendo de la voluntad de la persona afectada.

Los rituales de despedida constan de 3 etapas 1-Preparación, 2- reorganización y 3- finalización. Después se puede realizar una ceremonia en conmemoración

En esta oportunidad se hablará de la eterna carta de despedida, pero con una variación que ha resultado efectiva en varios casos.

En la etapa de PREPARACIÓN, la persona expone la perdida de forma poco estructurada, y es obligación de nosotros orientar y explicar cómo realizar un ritual de despedida puede ayudar  a resolver el duelo. Eso sí asegurándonos que la persona o familia se encuentren motivadas para realizar el ritual.

La etapa de  REORGANIZACIÓN es la que lleva la mayor parte del trabajo sobre el duelo, ya que es en esta etapa, donde la(s) persona(s) afectada(s) experimentan desesperación y depresión al darse cuenta que su existencia no puede seguir viniendo de la persona difunta y tendrán que desligarse de los vínculos que los mantienen unidos.

En este punto podemos pedirle  a las personas  que busquen un símbolo que represente al difunto,  de la misma manera podemos sugerir el escribir la eterna carta de despedida, ya que es la manera más común de crear un símbolo de relación con el muerto.

La persona en el momento de escribir la carta de despedida puede hacerlo de la manera que lo desee, es recomendable que sea solo 45 minutos por día y que vuelva a leer lo que ha ido anotando, en ciertos casos, las personas podrán pedirnos ayuda y será necesario leer ciertas partes de la carta. Y es necesario que la persona nos consulta acerca sobre el final de la carta, ya que si la misma persona lo realiza de manera independiente, se expone a finalizar demasiado pronto, evitando experimentar el dolor.

Y en la última etapa,  FINALIZACIÓN,  las personas expresan que sueñan despidiéndose del difunto y muestran más interés en las cosas del presente. En esta etapa se abarca la ceremonia de despedida , ritos de purificación y reunión. Las personas se despiden de los símbolos creados, en este caso de la eterna carta de despedida , puede ser en una forma de entierro o en otros casos quemar la carta y la persona escoge que hacer con dichas cenizas. Después de esto las personas aprovechan para desbaratar o dar por terminado el “altar simbólico” que le tienen construido al difunto, sacar ropas y pertenencias, regalarlas y de esta manera perder un poco el contacto con dichos símbolos. De igual forma es importante que la persona conserve ciertos símbolos clave, ya que la cosa no es olvidarse del fallecido, sino, recordarlo con cariño.

Para finalizar podemos notar que es de suma importancia el ritual de despedida para ayudar  a las personas a superar el duelo, avisarle a las personas que ciertas fechas harán resurgir la pena y lo conveniente que es expresarlo en un ritual privado.

Jairo Andrés Martínez Castro
Asesor familiar de duelo

1 comentario:

  1. Laura Patricia Méndez Salazar29 de octubre de 2011, 11:04

    Que doloroso es decir Adiós... aunque en realidad no debería serlo, pues para algunos existe la esperanza de que luego, en el momento justo, nos volvermos a encontrar... solo es un hasta luego... solo hay que esperar y lograr hacer de cada instante de nuestra vida un pequeño homenaje a esas personas que se fueron, atesorando sus recuerdos y enseñanzas, finalmente esa es la herencia que realmente tiene gran valor y que nos fortalece para seguir adelante....

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