"SÉ EL ARQUITECTO DE TU PROPIO
DESTINO"
Tú eres lo que es el profundo deseo que te impulsa. Tal
como es tu deseo es tu voluntad. Tal como es tu voluntad son tus actos. Tal como son tus actos es tu destino. (Chopra).
La muerte por
suicidio deja tras de sí muchas preguntas: ¿por qué lo hizo? ¿Podíamos
haberlo evitado? ... Por más que lo intentas, no consigues entender las razones
que le llevaron a quitarse la vida. Procura no atormentarte demasiado buscando
el porqué, y con el tiempo algunas respuestas irán saliendo a la luz.
Es frecuente también un
sentimiento de vergüenza, que lleva a no querer hablar de las
circunstancias de la muerte. Algunas personas necesitan mucho tiempo solamente
para pronunciar la palabra suicidio. Seguramente te invade
también un sentimiento de culpabilidad. Te puedes sentir mal por algo que
dijiste o hiciste. La sensación de culpa es algo perfectamente normal después de
una muerte de estas características. Uno se reprocha el no haberse dado cuenta
de lo mal que estaba... y suele quedar una fuerte sensación de no haber sabido
cuidarle. Piensa que con el tiempo, pasarás simplemente a lamentar algunas cosas
del pasado, y que llegará el día, en que sólo quede un sentimiento de impotencia
ante la muerte.
Después del suicidio
de un ser querido, puede ser natural sentir mucha rabia y enfado hacia la
persona que te abandonó (¡Cómo has podido hacerme esto!), hacia Dios
que no hizo nada por impedirlo, y hacia todos los que han
podido contribuir directa o indirectamente en la realización de esta acción
desesperada. La rabia es un sentimiento pasajero, y como tal, irá disminuyendo.
Mientras tanto, busca formas positivas de canalizar tu cólera, sin
autocastigarte y sin herir inútilmente a otras personas.
Si tu ser querido era una
persona depresiva o había realizado varios intentos de suicidio es muy natural
que se den a un mismo tiempo sentimientos aparentemente contradictorios: por un
lado una gran tristeza por su pérdida, pero también un gran alivio porque
todo ha terminado; ya no habrá que preocuparse más porque lo peor, lo más temido
ya ha pasado. Convivir durante años con una persona que sufre así es muy
doloroso para todos.
COMO ENFRENTAR EL
DOLOR:
1. No te culpabilices;
recuerda que no pudiste
elegir por él o por ella, y que la decisión del suicidio fue enteramente
suya.
2. Acepta también
que a pesar de lo que hayas podido decirle, tus palabras no han tenido nada que
ver con su decisión.
3. Generar estado
de calma y aceptacion.
4. Date tiempo para sanar,
se paciente contigo mismo
5. Busca ayuda
profesional
El sufrimiento puede
enseñar a dar un nuevo sentido a la vida, a cambiar tus valores y tus
prioridades. Quizás ahora te parezca imposible, pero irás encontrándote mejor,
serás capaz de perdonar, y llegara un día en que podrás decir que la vida
continua y que te sientes feliz por estar vivo.
Tomado
de Pagina Vivir las perdidas
Adaptado
por: Mairen Lisseth Zapata
Psicóloga -
Asesor Familiar de Duelo
Jardines
del Recuerdo - Salas Norte Cali
No hay comentarios:
Publicar un comentario