¡Feliz
día de las velitas!
Diana Patricia Cárdenas Zapata
Asesor Familiar de Duelo
Grupo Recordar
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como
aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El
amigo lo mira y de pronto lo reconoce.
Se da cuenta de que es Guno, ¡el ciego del pueblo!.
Entonces, le dice:
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la
lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria.
Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí...
- No solo es
importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros
puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y
para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea
fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los
demás...¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el
odio, el resentimiento...
¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de
los demás!
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