Hace parte de las tareas que debemos hacer para
complementar de manera sana nuestro proceso de duelo.
Tareas del
duelo
1.
Aceptar la realidad de la pérdida
2.
Dar expresión a los sentimientos
3.
Adaptarse al medio en el que el
fallecido está ausente
4.
Invertir energía emotiva y
afectiva en otras relaciones
|
Tienen el objetivo de completar el proceso de duelo y restablecer el
equilibrio
|
Vamos a profundizar un poco más en las tareas del
duelo para poder tener más herramientas para afrontar de manera sana y efectiva
todo lo que estamos viviendo y sintiendo…
PRIMERA TAREA: ACEPTAR LA REALIDAD DE LA
PÉRDIDA
Cuando alguien muere, incluso si la muerte es
esperada, siempre hay cierta sensación de que no es verdad. La primera tarea
del duelo es afrontar plenamente la realidad de que la persona está muerta, que
se ha marchado y no volverá. Parte de la aceptación de la realidad es asumir que el reencuentro es imposible, al menos en
esta vida.
Es aquí que los rituales de despedida juegan un papel
fundamental, porque sólo cuando aceptamos que nuestros seres queridos están
muertos y no volverán, es cuando podemos despedirlos de verdad… el dolor de la
pérdida es diferente para cada persona, y cada uno tiene su propio tiempo para
elaborarlo, así que el proceso de aceptación será diferente para cada persona. Debemos
ser pacientes y tolerantes con nuestro propio dolor, pero debemos también
lograr despedir a nuestros seres queridos que han muerto…
Laura Patricia Méndez Salazar
Asesor Familiar de Duelo
Grupo Recordar
Te amé y te amo, por eso tu partida me hace
sentir tu ausencia, Te recuerdo con dolor, te extraño y me parece imposible
vivir sin ti. Llegué a necesitarte pero sé que ahora debo aprender a
amarte sin necesitarte. Sé que no fui perfecto contigo y que tu no lo fuiste conmigo, Pero no
quiero vivir reprochándonos culpas que ya no existen.
Hoy te lloro triste y apenado, angustiado y
deprimido Y me lo permito así, porque así lo siento.
Busco inútilmente explicaciones, me hago
preguntas sin respuesta; Y aunque me lastime aquí estoy para despedirte, Nada
ganaría con empecinarme en negar que hayas muerto.
Me siento con derecho y obligación de seguir mi
vida aunque quisiera no puedo morir contigo, Pues no ganaríamos nada y no te
mostraría con eso todo el amor que te he tenido Sino cuanto te he necesitado, Por eso quiero
reconciliarme con la vida, con Dios y pedirle que sea mi luz en el túnel en el
que me encuentro, El amor por ti y por los que me quedan me fortalecerá para volver a
vivir llevando conmigo tu recuerdo, Significando que valió la pena haberte
conocido.
Sé que estas feliz con esta decisión que he
tomado: “CONVERTIR EL DOLOR EN AMOR”
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